viernes, 1 de abril de 2016

El dolor pélvico crónico (DPC) es uno de los mayores retos a los que se enfrentan en la actualidad los profesionales de la salud.
La dificultad para hallar el origen del dolor, la idoneidad de un tratamiento multidisciplinar, los mecanismos de adaptación creados -de manera consciente o no- por el paciente ante la persistencia del dolor y la relación con otros síndromes o disfunciones, son algunas de las razones por las que el abordaje del DPC no es tarea fácil.
Siguiendo nuestro objetivo de transmitir información de calidad en todas aquellas cuestiones relacionadas con el suelo pélvico, hoy voy a hablarte de lascaracterísticas y causas más frecuentes de dolor pélvico crónico, tanto en el hombre como en la mujer.

¿Qué es el dolor pélvico crónico?

Hablamos de dolor pélvico crónico como un síndrome caracterizado por la presencia de dolor en la región pélvica (es decir, abdomen inferior, entre las caderas y por debajo del ombligo) que se prolonga durante al menos seis meses, ya sea de forma continua o intermitente.
Este síndrome, que puede afectar a hombres y mujeres independientemente de su edad y puede llegar a ser muy incapacitante, entraña cierta complejidad a la hora de ser diagnosticado.
En muchos casos no se identifica la causa que origina el dolor y esto conduce a quienes lo padecen a un auténtico peregrinaje, de unos especialistas a otros, retrasando el diagnóstico y el tratamiento.
Según la sección de Suelo Pélvico de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) un 15% de las mujeres en edad reproductiva presentan dolor pélvico crónico y refieren como síntoma principal:
La presencia de dolor continuo no resuelto y persistente en hemiabdomen inferior, periné, vagina, uretra, región vulvar y anal, con o sin relación con el coito, asociado o no a otros síntomas sugestivos de disfunción del suelo pélvico, y que afectan a su calidad de vida”.

Características del dolor pélvico crónico

Los pacientes que acuden a consulta afectados por dolor pélvico crónico presentanuna sintomatología en la que el dolor:
  • Puede ser constante y de intensidad leve, o agudo y parecido a un calambre.
  • Puede ser continuo o intermitente.
  • Puede no sentirse en un punto específico, sino en toda la región pélvica.
  • Puede definirse como sensación molesta de presión en la región pélvica.
  • Puede llegar a ser bastante incapacitante para quien lo sufre, interfiriendo en las actividades diarias o el ejercicio.
Una de las singularidades del dolor pélvico crónico es que la causa que lo originó (por ejemplo, una infección) puede haber desaparecido y, sin embargo, las estructuras pélvicas o intrapélvicas (músculos, ligamentos, articulaciones, etc.) estar afectadas y ser responsables de la cronificación y exacerbación de los síntomas.
A su vez, la cronicidad del dolor o el origen del problema puede producir disfunciones a nivel del sistema nervioso central haciéndolo más sensible a los estímulos.

Causas del dolor pélvico crónico

Para diseñar un tratamiento eficaz que alivie esta dolencia, es preciso esforzarse en encontrar el origen del dolor.
Sin embargo, no es fácil clasificar de manera sistemática las causas que pueden estar detrás del dolor pélvico crónico: en ocasiones estas causas se combinan entre sí y, otras veces, el síndrome aparece ligado a otras condiciones como el colon irritable o la endometriosis.
Por ello suelen agruparse las causas en:

Causas ginecológicas cíclicas

En estos casos el dolor pélvico viene provocado por factores que tienen relación con el ciclo menstrual.
  • Dolor de la ovulación.
  • Dismenorrea primaria (dolor menstrual sin causa aparente).
  • Dismenorrea secundaria: dolor menstrual asociado a patologías pélvicas como  endometriosis, adenomiosis, endometritis, estenosis cervical y leiomioma.
  • DIU (dispositivo intrauterino)
  • Síndrome premenstrual que cursa con la aparición de dolor pélvico unido habitualmente a otros síntomas físicos y psíquicos, en la segunda fase del ciclo ovulatorio de la mujer.

Causas ginecológicas no cíclicas

  • Enfermedad pélvica inflamatoria: fruto de episodios recurrentes de infecciones del tracto urinario, o daño residual provocado por episodios pasados de infección pélvica. El dolor se debe a las adherencias o fistulizaciones, o al daño provocado en los nervios por los mediadores de inflamación o por los agentes patógenos productores de la infección.
  • Adherencias pélvicas.
  • Endometriosis: enfermedad que consiste en la implantación y crecimiento benigno del tejido endometrial (tejido que reviste el útero) en el exterior del útero, siendo las localizaciones más frecuentes la región pélvica y los ovarios, las trompas de Falopio o los órganos próximos al abdomen, como los intestinos, la vejiga o el recto.
  • Malposición uterina.
  • Síndrome de congestión pélvica: presencia de venas varicosas a nivel ovárico o uterino que pueden provocar en la mujer dolor abdominal y lumbar bajo, dismenorrea, dispareunia y menorragia.
Dolor pélvico crónico en la mujer
Se estima que un 15% de las mujeres en edad fértil sufre dolor pélvico crónico.

Causas gastrointestinales

La principal causa de dolor pélvico gastrointestinal es el Síndrome de Colon Irritable (SCI), que está presente hasta en un 10-20% de la población y se caracteriza por un dolor intermitente o continuo que se alivia con la deposición, y está asociado a un cambio de hábito y consistencia de la misma.
Otras causas de DPC son la Enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la diverticulosis y las hernias, siendo más frecuente la aparición de dolor en la primera.
La Enfermedad de Crohn se caracteriza por ser un proceso inflamatorio que puede afectar a todo el intestino y en todo su espesor, y cursa con dolor abdominal, fiebre y diarrea. Por su parte, la colitis ulcerosa afecta a colon descendente y recto, y clínicamente hay dolor cólico, diarrea y rectorragias.

Causas genitourinarias

Debido a la estrecha relación anatómica existente a nivel urológico-pélvico, algunas de las causas de dolor pélvico crónico pueden tener un origen genitourinario, como es el caso de
  • Cistouretritis
  • Síndrome uretral
  • Divertículos uretrales
  • Cistitis intersticial
  • Riñón pélvico ectópico
  • Urolitiasis
  • Obstrucciones ureterales

Causas neurológicas

El atrapamiento de un nervio en una cicatriz o fascia puede dar origen a dolor en la cicatriz o en la distribución del nervio. Este dolor suele ser descrito como agudo, punzante o sordo. Suele estar bien localizado y aumentar con ciertos movimientos.

Causas musculoesqueléticas

En ocasiones el dolor pélvico crónico encuentra su causa en una alteración musculoesquelética (una disfunción sacroilíaca o de la sínfisis púbica), una incorrecta higiene postural, el sedentarismo, etc. En estos casos el dolor surge de las articulaciones, o bien, del espasmo muscular asociado.
En este grupo de causas cabría destacar el dolor pélvico crónico provocado por una excesiva tensión en los músculos del suelo pélvico, lo que llamamos hipertonía, disfunción pelviperineal en cuyo tratamiento la Fisioterapia ha demostrado tener un papel esencial, mediante técnicas encaminadas a la relajación de estos músculos.

Causas psicosociales

En la aparición del dolor pélvico crónico interfieren no sólo factores físicos, sino también psicológicos y sociales. La influencia en mayor o menor medida de cada uno de ellos puede variar dependiendo del paciente, así como varía en un mismo paciente a lo largo de su enfermedad.
La manera en que cada persona afronta el dolor, la actitud con la que lo tolera o se resigna, con la que se decide a buscar soluciones o se estanca en la angustia, puede provocar mayor sufrimiento y dolor, agravando el cuadro sintomático.
En el dolor pélvico crónico son muy frecuentes la depresión y los trastornos en el sueño, aunque se consideran más consecuencia que causa. Tratar ambos elementos, la depresión y los trastornos del sueño, suele mejorar en gran medida el dolor del paciente, así como su calidad de vida y la relación con su entorno.

¿Qué es el dolor pélvico crónico? ¿Cómo tratar el dolor?





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